Neuropatía periférica: una enfermedad dolorosa y frustrante

Por Esteban Wilson
Por Tu Salud

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La neuropatía periférica (NP) es un proceso de enfermedad complejo sobre el cual se escriben libros y se enfocan carreras completas. Puede ser frustrante, exasperante, doloroso e incluso incapacitante.

La NP describe una variedad de síntomas que surgen del daño a los nervios ubicados fuera del cerebro o la médula espinal. Los síntomas comunes incluyen sensaciones anormales: dolor, hormigueo, ardor, entumecimiento, trepidación, temperatura alta, punzadas o latidos agudos e hiperestesia (aumento en la sensibilidad al tacto y otros estímulos) y debilidad. Los síntomas a menudo comienzan en las manos o los pies y ascienden por las extremidades. Puede tener la sensación de que está usando medias, calcetines o guantes; puede experimentar falla del equilibrio o disminución de la coordinación, que puede resultar en una caída.

Por lo general, los síntomas relacionados con sensaciones anormales y debilidad ocurren y son el foco; sin embargo, la NP puede afectar ocasionalmente la digestión, micción, circulación, tolerancia al calor y sudoración (demasiada o muy poca).

La NP puede afectar un solo nervio (mononeuropatía, de la cual el síndrome del túnel carpiano es un ejemplo), dos o más nervios en diferentes lugares (mononeuropatía múltiple) o muchos nervios (polineuropatía). La mayoría de las personas con NP tienen polineuropatía.

Recuerde que la causa de la NP a menudo no es clara o se desconoce. El tratamiento de los síntomas es la clave.

Las causas comunes de la NP incluyen diabetes mellitus, daño a los nervios (lesión o compresión), consumo de alcohol, deficiencias de vitaminas (especialmente B6, B12, E, tiamina, folato), toxinas o medicamentos; del 25 al 45% de la NP es idiopática, de causa desconocida. Otras causas menos probables incluyen enfermedad tiroidea, cáncer, enfermedad hepática o renal crónica, infección (ej., VIH, sífilis o lepra), gota, obesidad significativa, enfermedad tiroidea, amiloide, sarcoide, vasculitis o celiaquía. En casos raros, la causa puede estar relacionada con la deficiencia de cobre o el envenenamiento por arsénico.

Hay algunas toxinas como el oro, el plomo, el mercurio, el talio, el pegamento y otros solventes que pueden causar NP. Los medicamentos de quimioterapia contra el cáncer también pueden ser causantes. Otros medicamentos que se han relacionado con la NP incluyen amiodarona, cloroquina, litio, procainamida, hidralazina, estatina, inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa, fenitoína (Dilantin) y otros. La mayoría de las veces, estos medicamentos son seguros, pero ocasionalmente, especialmente en dosis altas o prolongadas, algunas personas desarrollan NP.

Al buscar las causas, pues hay muchas, el médico comenzará con un historial detallado, un examen físico y pruebas de laboratorio. Dependiendo de los resultados, pueden ser necesarias otras pruebas, como imágenes, función nerviosa y biopsias nerviosas o de piel.

En medicina, es más probable una presentación poco común de una enfermedad común que una presentación común de una enfermedad poco común. En la NP, una presentación poco común de diabetes, vitaminas, alcohol, trauma o NP relacionada con medicamentos es más probable que una presentación clásica de algo más inusual. Por lo tanto, espere que su médico comience una evaluación con las causas más comunes. Recuerde que la causa de la NP a menudo no es clara o se desconoce. El tratamiento de los síntomas es la clave.

El tratamiento incluye lo siguiente: mejorar el estado de enfermedades crónicas como diabetes mellitus, gota u obesidad; reemplazar las vitaminas faltantes; eliminar agentes agresores como alcohol, medicamentos o toxinas; aliviar la compresión (ej., mediante cirugía, férulas o inyecciones para el síndrome del túnel carpiano) o fisioterapia para la debilidad. También pueden usarse medicamentos.

Los medicamentos orales que pueden ayudar a disminuir o aliviar el dolor neuropático incluyen gabapentinoides, como gabapentina (Neurontin), pregabalina (Lyrica) y antidepresivos, como amitriptilina, nortriptilina, venlafaxina, duloxetina (Cymbalta) o bupropión (Wellbutrin). A veces, se agregan los medicamentos tópicos lidocaína y capsaicina para apoyar la terapia oral. Ocasionalmente y de forma selectiva se utilizan opioides cuando otras terapias han fallado. Estos no se utilizan de forma rutinaria debido a su eficacia limitada. Además, a menudo es necesario aumentar la dosis con el paso del tiempo, pero, paradójicamente, puede comenzar a empeorar el dolor o dar lugar a problemas de seguridad a largo plazo (estreñimiento, caídas, interacción farmacológica, sobredosis) y la posibilidad de abuso o adicción.

Según la causa o la duración de la enfermedad, el grado de normalización y alivio de los síntomas de la NP varía. A menudo, el objetivo es mejorar los síntomas, disminuir el dolor y mejorar la función y la calidad de vida. Es mejor abordar los síntomas más temprano que tarde, así que consulte a su médico si tiene alguna inquietud.

Para terminar, me gustaría alejarme de mi papel como médico y compartir noticias de mi alma máter. La Dra. Colleen Derr fue elegida recientemente como la 15a presidenta del Colegio Nazareno del Este (CNE). Le invito a conocer más sobre ella visitando https://enc.edu/.

El Dr. Stephen A. Wilson, MD, MPH, FAAFP, es presidente de Medicina Familiar en la Facultad de Medicina Chobanian y Avedisian de la Universidad de Boston, Jefe de Medicina Familiar del Centro Médico de Boston, Presidente del Grupo Médico de la Universidad de Boston - Family Physicians, Inc., y miembro de la Junta Directiva de ENC.